jueves, 29 de diciembre de 2011

haciendo el primo


la prima de riesgo, esa especuladora, a la que los mandamases hacen tanto caso y que en función de si sube o baja, hace que tengamos que pagar más, o mucho más, o abusivamente más. Todos. Aunque unos más y otros menos. Ya sabemos a quienes nos toca pagar más. Los que podrían hacerlo sin estrechuras no son, acaso incluso se sumen a la especulación también en esto y con ello redondeen las cifras de sus beneficios atípicos.
Teóricamente se podría habilitar más de un mecanismo para evitar que la prima de riesgo nos macarreara como lo hace, pero a algunos no les interesa, y hemos delegado (han delegado en nuestro nombre pero sin consultarnos) en Merkocy, que parece que saben muy bien lo que se hacen. Y a mí me parece que sí lo saben, pero que no es lo que nos interesa al resto, pero que nos tienen camelados con el europeísmo y si nos quejamos nos tachan de malos europeos. Yo pensaba que Europa era otra cosa. Y sigo pensándolo. Y no se parece en nada a esta Europa de Merkel que tanto le gusta (a saber porqué) a Sarkocy, y con la que otros europeos que lo son cuando les conviene, los británicos, tampoco están de acuerdo. Aunque los argumentos británicos los esgrimen para despistar, porque parece que ellos son los que más trincan en todo este desaguisado, ya que más de la mitad del sistema financiero europeo pasa por la City londinense. Para entendernos: son ellos los que se benefician a la prima de riesgo. El riesgo es para nosotros y para ellos la prima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario