Como no soy financiero y ni siquiera administrativo bancario, pasaba muchísimo de las agencias de calificación, como casi todos supongo. Pero resulta que según "nos" califique: nos prestan... o no nos prestan, nos lo cobran caro...o carísimo. Da igual a cómo estén las cebollas o el boquerón, parece que los que califican miran otras cosas. Pero sospecho que antes nos miraban con mejor ojo, o que incluso miraban hacia otro lado cuando veían algo que no les entusiasmaba,y que ahora no nos pasan ni una.
Zapatero, ese bambi que no lo era, y al que todos apartan como si fuera un apestado que tampoco me lo parece y cuya valoración habrá que revisar con alguna mayor precisión que la que la que ahora emplean las agencias de calificación de la deuda y la solvencia de cada país, y con mucha más que la que estuvieron empleando hasta no hace mucho (que no calificaron de riesgo a Lehman Brothers y quebró provocando parte de la enorme desgracia que padecemos todos) dijo algo días antes de irse (me parece que volviendo de una de esas cumbres europeas donde se practica el fundamentalismo del euro y que de tanto analizar estados financieros se suelen olvidar de las personas que apechugan con sus frías decisiones: "La deuda estadounidense es mayor que la europea. La japonesa, también". De hecho Obama tuvo que sortear una inminente suspensión de pagos este verano. Sucede lo de siempre: unos deben más que otros, a unos les fían más que a otros. Con lo que la calificación que te den sirve de poco, o sólo sirve según los casos. A mí no me parece serio.
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